10 de abril de 2009

MONCOFA, PASEOS Y CONTRASTES (II)

De norte a sur y de regreso al Plà. (05.04.09)
Estamos llegado al inicio norte, de la Playa o Grao de Moncofa, vemos una inmensa mole de edificaciones, de formas y colores diferentes, desde unifamiliares, pisos de tres o cuatro alturas como máximo, algunas zonas residenciales con sus respectivas piscinas, llegamos al camino “Serrratelles” a la derecha dejamos la zona inundable con algunos edificaciones existentes desde hace algunos años, y entramos por la primera calle a nuestra izquierda denominada Vinaroz, en dirección al mar, que vemos al fondo a unos doscientos metros.
Pero antes de llegar a ella, nos pararemos en la plaza “la Pedra Rotja”, cuya forma rectangular está poblada de palmeras y árboles con zonas recreativas para los niños y unos bancos estratégicamente ubicados para descansar y pasarlo bien en los días calurosos del verano.
Lo que antes habíamos dicho era zona agrícola, ahora es la urbe turística, su transformación ha sido extraordinaria, en donde se sembraban toda clase de hortalizas o frutales, ahora se ha trasformado en unas rectilíneas y amplias calles con unos majestuosas edificaciones, ahora en ésta época con poca gente pero en verano, lleno de gente, de lugares diversos de todas partes, nos encontramos un una zona en donde da gusto vivir, la tranquilidad es máxima, en donde se respetan todos y a los lejos se oyen las olas del mar.
Llegamos a la Avda. Mare Nostrum, en frente el mar, a la izquierda lo que queda de edificaciones de la playa, y a la derecha durante casi cuatro kilómetros el Grau o la Playa de Moncofa,
En todo el casco de nuestra playa la altura máxima es de cuatro alturas, pero se compagina todo de edificaciones, aún existen grúas que son el símbolo de las edificaciones empezadas antes de la gran debacle, ya no se ven inicios de obras, en esta zona está todo parado, no se empieza nada, está todo parado, lo que antes era una zozobra, hoy es tranquilidad.
Cuando viene una persona a nuestra población y ve ésta avenida se queda perplejo, es muy bonita, recta, y ancha, con unas aceras de dos a tres metros de anchas a ambos lados y en el lateral en donde da a la calle una gran y bellísima hilera de palmeras, algunas de ellas de más de cuarenta años, por donde da gusto pasear. En verano es lugar habitual para pasear de un lado a otro de playa.
Me desplazo a la parte izquierda la que da al mar, al que veo a unos veinte metros, da gusto está tranquilo, azul, limpio, sus aguas transparentes, las escolleras hechas desde ya hace bastantes años rompen el horizonte, como si fuesen barreras, (pero realmente lo son) hoy está tranquilo, como si nos invitase a entrar en sus aguas cristalinas, como si no tuviese peligro; ah! pero cuando quiere, y dice ahí voy, da respeto, e incluso en algunas ocasiones hasta miedo, es el Mediterráneo.
Seguimos por la acera en dirección hacia el centro, hacia el bar Chavarro, (muy pronto diremos en donde estaba), caminaremos unos quinientos metros y dejaremos la acera para desplazarnos por nuestra izquierda hacia el paseo Marítimo, construido hacia los años 80, sus playas están limpias lisas como la palma de la mano, hay que observar que no son de arena, aunque en zonas es bastante común tenerla pero en la inmensa costa sus playas son de piedra, este año finísima, ya que va evolucionando según las exigencias climatológicas derivadas de la voluntad de nuestro mar y sus temporales, unas veces peor y otras mejor, creo que no hay que disfrazar nada, nuestra playa es de piedra, y otras veces de arena, el mar nos lo da o nos lo quita, para la gente asidua, y principalmente a los de toda la vida, nos gusta más la piedra que la arena, es más limpia y curiosa, no nos ensuciamos, ni nos llevamos la arena pegada a nuestro cuerpo.
Por el paseo marítimo camino, observo que las farolas piden a gritos su renovación, están viejas obsoletas y abandonadas, pero también veo las losas de las piedras que por la furia del mar, del mes de diciembre las arrancó de cuajo, y aún no están colocadas de nuevo.
Al final del paseo, me adentro hacia la orilla del mar en dirección al Chavarro, en la costa veo a unos pescadores que con sus cañas están intentando coger algún que otro pez, algunos de ellos han pasado toda lo noche, otros sin embargo se están preparando sus pertrechos, y poco a poco las montan como si fuera un ritual y empiezan a pescar, depende de donde estén situados (en la escollera o a la orilla del mar), el tipo de la caña y de pesca es diferente.
Estoy viendo las edificaciones hechas en la costa los chalets de toda la vida, a los que les queda según nos comentan las autoridades pocos años de vida, ya que toda ésta primera línea, será toda derribada para dar cabida a un nuevo paseo marítimo.
Llego a la plaza del Pintor Sorolla, o la plaza de la “O”, en donde estaban situadas las viviendas de los “Segarra” en donde vemos se ha hecho una magnífica plaza vanguardista, con una buena iluminación y con una zona de recreo para los niños y jardines que es la envidia y admiración de los que nos visitan.
Un poco más adelante está la plaza “Na Violant d’Hungria” quien fue esposa del Rey Jaume I, plaza rectangular con tres círculos en medio, en donde el Ayuntamiento en verano realizan los espectáculos culturales, y en ocasiones multitudinarios como en el “Concierto al Mediterrani”, que llegan a concentrarse cerca de las siete mil personas viendo un espectáculo musical.
Seguimos caminando por dicha plaza y al llegar al final de la misma observamos a nuestra izquierda, otra zona verde, en donde se ha derribado un chalet y se ha construido dicho jardín, aprovechando la existencia de unos grandes pinos que había en dicho lugar y ahora para uso y disfrute de todos los veraneantes.
Si continuamos nuestra particular marcha llegaremos al cruce con la calle Eduardo Dato, por donde nos vamos a dirigir a nuestra derecha en dirección hacia las urbanizaciones de lo que denomino, la nueva Moncofa, en busca de la avda. “Senda els Pescadors” que comunica el grau, con la población.
Antes de llegar a la rotonda existente nos desplazaremos a nuestra derecha en la urbanización los Jardines, ubicada delante de la ermita, aún veremos algún solar sin edificar, pero básicamente observaremos como es habitual las calles rectas, pero en algunos sitios ya no tan anchas, las edificaciones con sus respectivas zonas de ocio. Si continuamos unos metros en la calle “Els Jardins” podremos apreciar el gran LAUREL, con un diámetro en su tronco superior al metro y una altura de más de treinta metros, es majestuoso, provocador e impactante.
Si prolongamos nuestra singular marcha, estamos viendo todo lo que se está haciendo en la Playa de Moncofa en los últimos años, construcciones nuevas en estilos y formas diferentes, vive mucha gente, casi todos los bloques tiene sus respectivas zonas de ocio y su piscina, ahora es un poco desolador, casi está todo vacio, pero los fines de semana y a partir de abril y mayo, la gente viene a pasar los fines de semana y el periodo estival en nuestra población, buscando la tranquilidad, el fresco y el mar.
Por fin llegamos a lo nuevo, de lo nuevo, a la rotonda como no, que delimita, el casco digamos antiguo con lo nuevo, al sur vemos Belcaire Norte, al Norte-Oeste la ermita, con la zona les “Palafangues”, y al este o sea hacia nuestra Playa, y la Avda. “els Pescadors” que nos llevará al oeste al pueblo, bordeando lo que será la piscina cubierta, todas estas construcciones aún en obras y no abiertas al público.
Sin dejar dicha cincunvalación vemos toda la transformación que está teniendo nuestro pueblo, a derecha e izquierda hasta la piscina, con el Belcaire Norte, pero aquí existe una gran diferencia respecto a los demás, se ven muchas grúas, con muchísimas construcciones, perece que en ésta zona no haya crisis del azulejo, se está edificando, y de qué forma, bloques no de tres o cuatro alturas, sino de ocho, nueve, doce, y de hasta catorce, aún están edificando el piso doce y ya están haciendo tabiques en el quinto.
Cuando llegamos a la piscina o lo que será la piscina cubierta, empezamos a ver otra vez los naranjos, y hasta incluso algún invernadero, invento de la agricultura intensiva.
Llegamos por nuestro particular camino al campo de futbol, que dejaremos a nuestra izquierda, con su zona verde y la plaza de “l’Esport” con la zona lúdica para los niños con todo tipo de columpios y toboganes, y llegamos a la calle Vte. Ramón Alós por donde nos desplazaremos a nuestra derecha en busca del lugar de salida, la plaza del Plà, en donde saludaremos a Jaume I, habremos aprendido y visto en este paseo un poco más de "Moncofa y sus contrastes" y en donde daremos por finalizado nuestro particular paseo de hoy.
Ah! y ahora ya lo sabeis, en busca de una buena ducha o un buen chapuzón.
Dificultad: Baja (todo llano)
Tiempo: 1 h 30'
Kilómetros: 8

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