26 de noviembre de 2009

EL PINCHE DE MONCOFA, SU ÚLTIMA AGONIA

El pasado dia 23 de noviembre, se realizó el acto de entrega de llaves de la propetaria del Hostal Pinche del Grao de Moncofa, Lola al funcionario de Costas, dando así cumplimiento a la sentencia del Tribunal Supremo, a partir de ese momento Costas era su propietario.
Se acordó el prorrogar el derribo, al dia de hoy 26, ya estaba casi todo preparado, cuando según me consta, se ha pedido unos dias más hasta el próximo lunes y así poder desmantelar, todo lo servible.

Las autoridades, presentes, el propietario nervioso y enojado, los asistentes expectantes, y las máquinas preparadas.

Su agonia discurrirá aún todo éste fin de semana, (seguro que será el centro de atención) los ventanales quitados, los aparatos del aire acondicionado que estaban en el tejado, añoche estaban quitándolos, en medio de la calle, todo lleno de lo que han podido separar de sus entrañas, en fin un penoso espectáculo.
No ha sido ni el primero ni será el último, estamos ya acostumbrados a estos penosos acontecimientos en neustra playa, por ejemplo el "Segarra"

No voy a entrar en lamentaciones ni especulaciones vanales, hace cinco años se debia de haber ejecutado la senticia, y se alargó hasta estas fechas.

Todos los sabian, pero parecia que cuando llegase el momento se volveria a prorrogar, y esta vez no ha sido así, como decía hace unas fechas con el Chavarro, "el Pinche ya tiene fecha de caducidad" y cada vez su agonia es mayor, por ser más incomprendida.
Muchos recuerdos, se nos representa en nuestra memoria por los buenos momentos pasados allí y me despido diciéndole, ¡A deu, Hostal Pinche.!

23 de noviembre de 2009

EL CHAVARRO DE MONCOFA, ES YA HISTORIA.

Hoy a las 10 horas y 15 minutos inició la maquinaria el proceso de derriblo del Hostal Chavarro del Grau de Moncofa.
Parecia que sus paredes sólo con el roce de la pala escavadora tendria que derrumbarse pero guantaron hasta lo que pudieron, cayeron como aquel, "con las botas puestas", con dignidad.
El derribo se inició por donde se habia detenido hace unos años, por la parte éste, despidiéndose de su inseparable compañero de muchas andadas, el mar, como si hubiesen pedido permiso para entrar por la puerta que daba al pasillo del primer piso, entró la pala de la escavadora.
"Los pelos se nos ponian de punta", nos decia un asistente, de ver que aquel significativo edificio de nuestra población se hacia añicos por momentos.
Habia que observar la potencia que tiene la máquina, y que poca resistencia le pone a su paso el edificio, las paredes van cayendo una detrás de la otra, y la máquina va avanzando poco a poco, como si no quisiera hacerle daño.
Ya queda la última parte, lo que hemos visto siempre de fachada principal, la escavadora quiere darle explendor al acto y se levanta orgullosa al aire, para que todos la vean, como si se dijera, aquí estoy yo, y no tengo rival ni nadie que se me resista.
Se encara hacia el vertice de la parte superior derecha, y sin apenas tocarla como si la rozara, derriba una parte de la facha.
La vista cambia por completo, el polvo lo invade todo, las lágrimas brotan de los ojos de muchos presentes, el Hostal Chavarro de toda nuestra vida (63 años, según me comento Ximo) está en ruinas.
La máquina continua su trabajo y va destruyendo todo lo que se le ha puesto a su paso, todo es ya un montón de escombros.
Las autoridades tanto de Costas, como las locales, estabam presentes, diferentes medios de comunicación (entre hoy y mañana lo veremos reflejado en las noticias), y por supuesto muchos ciudadanos de la localidad, y otros que están residiendo en la playa o en poblaciones limítrofes al enterarse, han querido ser notarios de una triste realidad, un evento que va a cambiar el entorno en donde se ubica dicho edificio.
Ahora la potente maquinaria, se postra orgullosa encima de las recientes ruinas del Chavarro, queriendo decir, ¡he vencido!, como ha vencido lo nuevo a lo antiguo, la tradición a la modernidad, la edificación privada a los espacios abiertos y con una dedicación social.
A lo lejos, en la otra esquina está el Hostal Restaurante Pinche, que también tiene los dias contados, el jueves o el viernes, a más tardar, y una vez realizados todos los trámites legales, seguirá sus pasos.
Pasos que terminarán en el 2.018 cuando toda la primera línea de la playa de Moncofa, pase a ser dominio de Costas, y haga lo mismo, modificar nuestra fisonomia, cambiar, esperemos que para bién el Grao de Moncofa.
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22 de noviembre de 2009

A DIOS, AL CHAVARRO DE MONCOFA

Son muchos años y generaciones que han vivido y hemos pasado por el Chavarro, desde el chiringuito hasta el Hotel-Restaurante.
Tuvo su explender en la década de los 70/80 y parte de los 90 y ahora el 23 de noviembre del 2009, tiene insertada su fecha de caducidad.
Hace unos años se esfumó por medio de las escavadoras, la parte del Hotel, ahora le queda solo la del bar, y mañana ya será historia.
La máquina escavadora esta su lado desde el sábado a medio dia, acompañánlo como si estuviera despidiendose en un velatorio.
Es imponente la pala escavadora que está a su lado haciéndole compañia en estas últimas horas de agonia, uno queriendo sobrevivir, haciéndose pedazos poco a poco a lo largo del tiempo por el deterioro existente, y la otra, en su juventud, queriendo disculparse por su vorágine depredadora, por dar fin a toda una tradición en nuestra población, el "Chavarro".
Recuerdos de juventud, resurgen en mi pensamiento, cuando en Moncofa habia pocas televisones en color, y aprovechábamos el ir de tapas con los amigos a la playa y así ver la televisión a todo color como los programas que hacia Valerio Lazarof, como "Señoras y Señores", "Pasoporte a Dublín" o los especiales de fin de año en TVE.
Todo es ya historia, y mañana daremos el último a dios, al Chavarro.
La Ley de costas y el dichoso dinero han salido con la suya, para dar paso a los nuevos tiempos.
Como las desdichas para unos, o la suerte para otros no vienen solas, pronto le acompañará el Hostal Pinche, pero ésto es otra historia, esperemos que sea para bien de todos.

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El mediterráneo

LATA DE LECHE CONDENSADA “EL NIÑO”. TRINCHERAS DE LA RIERA, NULES

La alimentación del soldado durante las jornadas de combate se limitaba a una ración de circunstancias, siempre restringida por las necesidades del momento.
Las tropas andaban siempre en movimiento y las cocinas quedaban en retaguardia, de modo que cuando el avance o la retirada se detenían y el frente quedaba estabilizado, aún por unas pocas jornadas, el rancho era transportado hasta primera línea a lomo de los mulos.
Ello era motivo para que en no pocas ocasiones las comidas llegaran tarde o frías, o incluso no llegaran, por lo que no había ningún tipo de horario para realizarlas.
Ante este tipo de eventualidades siempre se echaba mano de las latas de conserva, latas que el combatiente para afrontar una o varias jornadas de lucha estaba obligado a cargar, por su propio interés, con las estrictamente necesarias, evitando pesos y bultos inconvenientes que le dificultaran la movilidad; por otra parte, el continente no podía más que ser enlatado (el embutido era un auténtico lujo) por la evidente funcionalidad del recurso.
Son abundantes los testimonios de soldados que cuentan como eran enviados al combate con algunas decenas de cartuchos, un par de granadas de mano y una simple lata de sardinas, bajo las gélidas estepas turolenses o en el tórrido verano mediterráneo. Y es que la lata de sardinas o de carne y el bote de leche condensada fueron los inseparables recursos en la ingesta de los combatientes durante nuestra Guerra Civil, productos que proporcionaban un mínimo y necesario aporte energético y proteico.
Ante estas limitaciones alimenticias durante las acciones bélicas, a menudo había que echar mano de lo que el inmediato entorno (o la rapiña) ofrecía: bellotas, almendras, aceitunas, algarrobas… y cualquier soldado medianamente prevenido llenaba su mochila de este tipo de complemento alimenticio para poder ir tirando hasta que el rancho llegara.
Alrededor de las trincheras aparecen todavía multitud de restos de aquellos alimentos enlatados que con profusión calmaron el hambre más acuciante de los soldados en primera línea. La lata de sardinas de la fotografía, junto con otras muchas similares, apareció en el término de Caudé (Teruel) a lo largo de un murete en el que la tropa se debió de dar un “banquete” a resguardo de las vistas enemigas. Además de la fecha de envasado de la conserva -1937- en la lata aparece la inscripción “Importe d’Espagne”, leyenda muy frecuente entre los enlates de sardinas, pues durante los años treinta buena parte de la producción conservera era exportada a Francia.
Otro de los restos hallados en el término municipal de Nules (Castellón) pertenece a una lata de leche condensada “El Niño”, que junto con la marca “La Lechera” fueron las conservas de este tipo que más abundaron en los frentes.
Tratar de dilucidar a cual de los bandos perteneció es algo más complicado, pues aunque ambas conservas fueron producidas en la zona cantábrica, ésta permaneció en manos de la República hasta bien avanzado el mes de octubre de 1937, por lo que la existencia de productos alimenticios de aquella región almacenados y distribuidos posteriormente pudo perfectamente alcanzar fechas más tardías.

Juan Fco. Fuertes Palasí

18 de noviembre de 2009

PACO GRANELL, TODO UN PERSONAJE EN MONCOFA.

Si hablamos de personas célebres de nuestra localidad, Moncofa, una de ellas es Francisco Granell "Paco", ya que es una persona muy conocida, querida y respetada en nuestra población.
Tiene muchas aficiones, entre ellas está la bicicleta, la música y sobre todo la pesca, su gran pasión.
Es un once de noviembre, sigo uno de mis cuotidianos paseos matinales, del pueblo a la playa, cerca del estanco, me encuentro a Pascual y a Paco, que estan hablando en medio de la calle, los saludo y le comento a Pascual que ya he puesto en mi bloc, las fotos y un comentario del rall del otro dia, y le comento a Paco si queria que le hiciese unas fotos para colgarlas en mi bloc sobre su afición a la pesca de caña.
Con su beneplácito nos dirigimos a la playa al lugar habitual en donde suele ir a pescar.
Va con su bicicleta, bastante vieja, y colgando de su espalda tiene las cañas, va con paso firme pero seguro, recordando sus tiempos más jóvenes cuando le encantaba ir con bicicleta de corredor.
Llegamos a la orilla del mar, fué una ceremonia, como dejaba las cosas en el suelo, como cuidaba su bicicleta, cuando la dejaba en el suelo, como si fuese una persona, la tratara con sumo cariño.
Empezó a desenfundar sus cañas, el artilurgio que tiene para sujetarlas, y a preparar el carrete con el hilo, a atar el plomo para lanzarlo.
Paso un rato con él, viendo como prepara todo el aparejo, hasta lanzar el anzuelo esperando que pronto pique algún pez, como aquella vez que cogió uno que pesaba casi los dos kilos y medio.
Un amante del mar, que se quejaba de la poca pesca que hay hoy en dia, en diferencia de la muchísima que habia hace algunos años.
Según comentábamos unos lo achacan a las escolleras, otros a la piscifactoria que hay cercanas a la costa, y otros comentan que todo el mal está en la pesca discriminada que se ha hecho de forma abusiva, llegando casi hasta las orillas del mar los pescadores con sus redes.
Dejo a Paco preparando su segunda caña, con la misma ilusión que tenia hace cuarenta años cuando inició su afición.
Que tengas suerte y que te diviertas Paco.
Continuo mi paseo hacia el norte, hasta el final de paseo, y luego regreso a casa, a la ducha y a trabajar.

16 de noviembre de 2009

EL BARRANC DE LA MOSQUERA (15-11-09)

El passat diumenge, dia 15 de novembre, ens desplaçàrem a Azuébar on deixàrem els vehicles per començar la pista del barranc de la Mosquera.
Aquesta és una de les masses boscoses de sureres més importants del nostre país, algunes d’aquestes sureres deuen tenir més de quatre-cents anys i són gegantines, es necessitaven tres persones per abraçar-les, altres eren increïblement altes i d’altres tenien més de huit branques que eixien d’un tronc poderós.
Els troncs, ara pelats, són més fins i rogencs que quan estan cobers per la capa esponjosa i rugosa que forma el suro.
Després d’una passejada d’una hora arribàrem a la font de Sas, aigua fresca per calmar la calor d’un dia encara xafogós del mes de novembre. Al seu voltant les sureres més impressionants que mai he vist i un castanyer que pintava de groc el barranc.
Continuàrem cap a la casa de la Mosquera per esmorzar. En altres temps degué ser una finca important, ara casa abandonada i visitada per tots els senderistes que transiten per aquests camins , que en són molts i de diverses edats com poguérem comprovar a la tornada.
Encara pujàrem un tram més endavant per contemplar el paisatge des del coll. De tornada els comentaris dels més de trenta senderistes que avui hem gaudit amb aquests paratges. Els nostres ulls guardaran durant molts dies aquestes imatges.

Text i fotos facilitades per Maria Masó

15 de noviembre de 2009

LA RIERA (VAMOS A CONOCERTE) 15.11.09

Llegamos a la partida de la Mallá, en el estrecho término Nules, de ésta zona que está delimitado al norte con el de Villavieja y al Añadir imagensur-este c on el de la Vall d’Uixó, es el domingo 15 de noviembre del 2009, con una calurosa mañana, que en vez de ser invierno parece final de verano.
Nuestro propósito en el día de hoy es visitar ésta zona y subir al alto de la Riera a 443 m. de altitud, dejando a nuestro izquierda el barranco de la Murta con la cima del mismo nobre, la de Santa Bárbara, el Puntal Redó 376 m. a nuestro sur, el castillo de la Vall, y al oeste Penyalva, y a nuestro nor-oeste el Pi Font de Cabres y las montañas de Breda, en donde se encuentra la cruz de Hierro.
De todas éstas zonas hay una y mil anécdotas que contar, y como el proósito de hoy es hallar los restos de la Guerra civil, y hallar la ubicación exista en donde se encuentran algúna zona de vigia o alguna posición, nuestro caminar será muy dificultoso.
Sin sendas por donde transitar, simplemente de piedra en piedra, de planicie a altitud, de buen caminar a no poderlo hacer por la dificultad de la vegetación, no vamos haciendo paso y subiendo a la cima de “La Riera”.
Según vamos subiendo la vista se hace más hermosa, las altitudes más baja se encuentran a nuestro pies como es el Puntal Redó (denominado así por la forma circular de su cúspide), a nuestra derecha a lo alto, se encuentra el Pí Font de Cabres, majestuoso y provocador.
Pronto descubrimos la primera de algunas fortificaciones, que hicieron primero las tropas republicanas, y luego las nacionales (las denomino así para su distinción, sin ninguna connotación, aunque cada uno puede hacerlo como le plazca), ya que en dicho lugar hubo bastantes enfrentamiento y fue una zona en donde el frente se estabilizó casi durante un año.
Las vistas según vamos subiendo son preciosas, la lástima fue que el día no estaba claro, las nubes, que nos impedían ver con plena belleza las latitudes de la Plana.
Cuando llegamos a su cima nos propusimos reponer fuerzas, ya que el camino era duro y el cansancio de nuestras piernas se notaba. Nuestros bocadillos se hicieron visibles pero en un santiamén, desaparecieron.
En la cima vimos a su sur, Penyalva y el castillo de la Vall, y a lo lejos la población que da origen a dicho castillo, la Vall d’Uixó, al éste Moncofa, y por encimas de unas nubes a lo lejos se veía las torres del castillo de Almenara, al norte veíamos Nules y Burriana
Cogiendo las referencias de lo hallado, y buscando algún que otro resto de la contienda, nos propusimos el bajar, para regresar a casa.
La bajada ha sido agotadora, las piernas al final ni nos las sentíamos, las pantas de los pies llenas de dolor, las piedras parecían que se nos clavaban a las suelas de nuestras maltrechas botas.
Al final llegamos, a los coches, la mañana ha sido fructífera en hallazgos, trincheras, puntos de observación parapetos, nidos de ametralladoras, hasta incluso una cueva de unos cuantos metros de profundidad.
Ya tenemos más material para nuestra asociación, ya sabemos un poco más de nuestra historia, vamos conociendo un poco más de, “LES MUNTANYES DE LA GUERRA"

7 de noviembre de 2009

PASCUAL PESCANDO AL RALL EN MONCOFA

Son la ocho de la mañana, del día 5 de noviembre del 2009, hace unos días que no salgo a pasear.
Mi propósito es el saludar a "Joume" y dirigirme a la playa por el lugar habitual, por la Avda. Avelí Corma, voy oyendo música con mi Ipod, diferentes obras de éste gran compositor que es Ferrer Ferran, como son Algemiz y posteriormente la Tormenta del Desierto, entre otras.
Llego a la playa y aún veo, el bar Chavarro, el mar está en calma y me dirijo hacia el sur, en dirección al Canal de Masbó.
Voy por la arena viendo el mar, y los efectos ha producido en la costa, en las marejadas habidas hace unos días.
A lo lejos y saliendo de una escollera veo a un pescador que ha hecho porra, (no ha cogino ninguno), mientras uno se marcha otro viene, el "tio Ribes", me detengo para saludarle, y hablamos un poco de las simientes de sandias que me tiene que dar, para plantarlas la próxima primavera, de aquellas que se cultivaban en Moncofa, hace algunos años, de piel negra, pepitas grandes, pulpa rojiza, y que pesaban varios kilos.
Iba a provar suerte, a pasar un rato, por si pescaba alguna mabra. Sigo paseando, y al fondo cerca de las escolleras del canal de Masbó veo a unas personas al lado del mar.

Son Pepe i Pascual, el segundo estaba rayando, con su peculiar y pulido estilo, forjado a lo largo de muchos años de lanzar sus redes, de su rall.
Los saludo, Pascual va con su traje de goma hasta el pecho, para no mojaAñadir imagenrse, y está en el agua a la cintura, recogiendo su "rall" que habia lanzado magistralmente, hacia un momento.
Desgraciadamente para él, en sus redes no habia ningún pez, estuvimos hablando de su afición por éste arte de pesca, "deporte, entretenimiento" o como lo queramos decir.

Me muestra su red, tejida con una técnica depurada por el Sr. Ramón, que hacia estas redes, sentado en su silla en la terraza de su apartamento viendo a lo lejos el mar, e imaginando los peces que podia coger con cada uno de los mucho que hizo en esta vida.
Pascual Juliá, tiene varios de éstos utensilios de pesca hechos de la mano del maestro, del tio Ramón, y se siente orgulloso de ello.
Me decia que hace más de treinta años que le viene la afición, y que en alguna ocasión ha cogido de una sola tirada más de cien peces, sintiéndose orgullo de aquella vez que avisado por su perro, vio un pez cerca del mar, cuando iba a cazar, y como tenia cerca su coche, se marchó corriendo para dejar la escopeta y coger el rall y así intentar atrapar con sus redes de casi cuatro metros de diámetro, bordeandas de unos plomos, aquel magnífico pez.
Tenia miedo de que cuando llegase a dicho lugar ya no estuviese, pero su perro, continuava ladrando y le mostraba en donde estaba.
Con su fortuna y atino, lanzó su rall y cogío el espléndido pez, que pesaba según me dijo, más de siete kilos.
Mientras hablamos, el continuava lanzando y recogiendo, parecia que lo mimaba, no lo tocaba, lo acariciaba, hay que ver con que delicadeza realizaba éstas labores, me quedé sorprendido de ver con que cariño y elegancia lanzaba una y otra vez su rall.
Me despedí de ellos, le deseé suerte y regresé a mi casa, después de hora y media de caminata y habiendo cumplido mi objetivo de quemar unas cuantas calorias y rebajar mi nivel de colesterol.